Sé que se ha hablado mucho acerca de esta porción bíblica:
En ocasiones me encuentro batallando con alguna situación una y otra vez, y a pesar de conocer la Palabra de Dios, y saber cómo salir del apuro, de repente vuelvo a cometer el mismo error.
Algunas personas se acercan a mí a platicarme una y otra vez las mismas situaciones problemáticas, y aunque les sigo aconsejando lo mismo, a veces parece como que en realidad no me escuchan y sólo toman esas pláticas como un desahogo.
Sucede con frecuencia que Dios permite que nos sucedan cosas graves, nos pega buenos sustos a veces, todo con tal de llamar nuestra atención; entonces sí nos ponemos a orar fervientemente de rodillas, le pedimos perdón precipitadamente, nos proponemos regresar y asistir regularmente a la iglesia, y hacemos miles de promesas a Dios, todo con tal de provocarle a misericordia y termine nuestro período de angustia.
Cuando leo este pasaje de la Biblia en los Salmos, me visualizo por un sendero de noche, con sólo una linterna en mi mano, que ilumina débilmente. No puedo caminar de prisa, puesto que la linterna, o ilumina el área donde daré mi siguiente paso, directo a mis pies, o la proyecto hacia adelante del camino. Y si me apresuro, corro el riesgo de tropezar con algún obstáculo que no fui capaz de ver con anticipación. Los que padecen miopía saben de lo que hablo. De noche, con poca iluminación, aún con nuestros lentes puestos nos es difícil apreciar los detalles del suelo que pisamos.
A veces caminamos por la vida justo como en esta ilustración. Durante todo el día nos apresuramos en tomar decisiones a diestra y siniestra: voy a ir para allá, voy a llegar, voy a hacer esto, compraré lo otro, haré tal llamada, y un largo etcétera.
No es de sorprender que constantemente nos tropecemos con enojos, decepciones, impaciencia, inseguridades, indignaciones, angustias, y otro largo etcétera.
Definitivamente nuestro caminar por la vida es como caminar por ese sendero oscuro y de noche; no es Dios quien lo ha hecho oscuro, sino el príncipe de este mundo.
Pero podemos darle gloria al Señor, porque en ese Salmo Él promete iluminar nuestro paso y nuestro sendero AL MISMO TIEMPO. Puedes ir con tu paso seguro aún en los tramos más oscuros del camino, porque puedes ver iluminada toda el área desde tus pies hasta el camino que va más allá de lo que tus ojos alcanzan a ver.
Dicho en otras palabras, el Señor está con nosotros en nuestro día a día; y mientras lo tengamos a El como linterna en nuestras decisiones, desde la más mínima hasta la más trascendental, veremos iluminado nuestro destino más allá de lo que nuestra imaginación nos pueda llevar. Un destino de victoria, de triunfos y de bendiciones. En Él podemos caminar siempre seguros, porque el camino, por muy oscuro que sea, no tendrá sorpresas para nosotros.
Que sea de bendición
Deliberadamente lo tomé de la versión "Dios habla Hoy", porque no todos sabemos qué significa la palabra "lumbrera".Salmos 119:105 escribió:Tu palabra es una lámpara a mis pies
y una luz en mi camino.
En ocasiones me encuentro batallando con alguna situación una y otra vez, y a pesar de conocer la Palabra de Dios, y saber cómo salir del apuro, de repente vuelvo a cometer el mismo error.
Algunas personas se acercan a mí a platicarme una y otra vez las mismas situaciones problemáticas, y aunque les sigo aconsejando lo mismo, a veces parece como que en realidad no me escuchan y sólo toman esas pláticas como un desahogo.
Sucede con frecuencia que Dios permite que nos sucedan cosas graves, nos pega buenos sustos a veces, todo con tal de llamar nuestra atención; entonces sí nos ponemos a orar fervientemente de rodillas, le pedimos perdón precipitadamente, nos proponemos regresar y asistir regularmente a la iglesia, y hacemos miles de promesas a Dios, todo con tal de provocarle a misericordia y termine nuestro período de angustia.
Cuando leo este pasaje de la Biblia en los Salmos, me visualizo por un sendero de noche, con sólo una linterna en mi mano, que ilumina débilmente. No puedo caminar de prisa, puesto que la linterna, o ilumina el área donde daré mi siguiente paso, directo a mis pies, o la proyecto hacia adelante del camino. Y si me apresuro, corro el riesgo de tropezar con algún obstáculo que no fui capaz de ver con anticipación. Los que padecen miopía saben de lo que hablo. De noche, con poca iluminación, aún con nuestros lentes puestos nos es difícil apreciar los detalles del suelo que pisamos.
A veces caminamos por la vida justo como en esta ilustración. Durante todo el día nos apresuramos en tomar decisiones a diestra y siniestra: voy a ir para allá, voy a llegar, voy a hacer esto, compraré lo otro, haré tal llamada, y un largo etcétera.
No es de sorprender que constantemente nos tropecemos con enojos, decepciones, impaciencia, inseguridades, indignaciones, angustias, y otro largo etcétera.
Definitivamente nuestro caminar por la vida es como caminar por ese sendero oscuro y de noche; no es Dios quien lo ha hecho oscuro, sino el príncipe de este mundo.
Pero podemos darle gloria al Señor, porque en ese Salmo Él promete iluminar nuestro paso y nuestro sendero AL MISMO TIEMPO. Puedes ir con tu paso seguro aún en los tramos más oscuros del camino, porque puedes ver iluminada toda el área desde tus pies hasta el camino que va más allá de lo que tus ojos alcanzan a ver.
Dicho en otras palabras, el Señor está con nosotros en nuestro día a día; y mientras lo tengamos a El como linterna en nuestras decisiones, desde la más mínima hasta la más trascendental, veremos iluminado nuestro destino más allá de lo que nuestra imaginación nos pueda llevar. Un destino de victoria, de triunfos y de bendiciones. En Él podemos caminar siempre seguros, porque el camino, por muy oscuro que sea, no tendrá sorpresas para nosotros.
Que sea de bendición
Última edición por Graciela el Mar Feb 16, 2016 12:51 am, editado 1 vez