Hace semana y media algunas hermanas de la iglesia y yo tuvimos la enorme bendición de ir a un retiro de mujeres en un rancho a algunas horas de nuestra ciudad.
Todas quedamos de acuerdo en que ese retiro fue memorable; aunque, para ser franca, a cada retiro que vamos decimos lo mismo : Y es que el Señor siempre nos sorprende y rebasa nuestras expectativas.
Una de las oradoras nos dio una enseñanza corta... No puede decirse que haya sido toda una predicación, pero ha sido de los mensajes más poderosos que he escuchado en mi vida.
Se basó en un pasaje archi súper requete recontra conocido de la Biblia: cuando Pedro caminó sobre las aguas.
De momento esto parece una contradicción, pues nosotros siempre hemos sabido que estando en Cristo, estamos SEGUROS.
Pero después entendí. La zona "segura" es cuando estamos "en la barca"; sí, enmedio de la tempestad, pero sobre la barca. Hay piso debajo de nuestros pies, y aunque podamos tener temor por el movimiento, y de que se hunda, el simple hecho de sentir nuestros pies sobre algo sólido, nos da una sensación de "seguridad".
De esta manera podemos vivir nuestra vida, con un buen empleo, una buena casa, una buena familia, asistiendo a la iglesia regularmente, diezmando, ofrendando, participando en las actividades de la iglesia y de nuestra comunidad... Pero sin riesgos, y siempre orando: "Señor, que las cosas salgan bien, que se concretice tal negocio, que tenga éxito tal empresa, que sane fulanita o menganito, que vaya y vuelva mi hij@"
La zona "insegura" es precisamente... cuando nos bajamos de la barca y caminamos sobre las aguas :: Cuando nos esforzamos en no ver nuestras circunstancias, sino mantenemos fijos nuestros ojos en Jesús.
¿Quieres ver milagros en tu vida? Bájate de la barca, porque sólo ahí se ven los milagros, en la zona "insegura". En la zona "insegura" se activa la fe. Para ver un milagro de sanidad, tiene que haber alguien enfermo; para ver una milagrosa provisión, primero tiene que haber escasez.
Entonces es cuando hacemos todo lo que se hace en la zona "segura", y oramos igual, para que nos vaya bien, pero agregamos lo que dijo Jesús: "Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya, Señor". Es cuando oramos pidiendo más enseñanza, más crecimiento, más experiencias espirituales, más unción.
En la zona "insegura" aprendemos a encarnar y a hacer nuestro este texto:
Es cierto que la pensamos dos veces antes de atrevernos a decirle al Señor: "Haz como mejor te parezca conmigo y con mi familia". Y al mismo tiempo es contradictorio sentir eso. Porque. ¿Qué pensamos que nos hará Dios? ¿Sentimos que si le damos "libertad" y "permiso" descargará su puño con fuerza sobre nosotros y nos pulverizará?
Tal vez todo este tiempo hemos tenido un concepto erróneo del carácter de Dios, y de pronto nos damos cuenta que lo hemos considerado como un Padre regañón, castigador, estricto, justiciero, prepotente, intolerante... Pero
Definición de benigno: Templado, apacible, Comprensivo, indulgente, afable.
Por lo tanto, podemos concluir que Dios es comprensivo, indulgente, siempre hace lo correcto, y nunca actúa con ánimo de venganza, sino inteligentemente.
¿A este Dios nuestro le tenemos miedo? ¿La pensamos dos veces antes de poner enteramente nuestra vida y la de nuestra familia en sus manos?
En la zona "insegura", fijos nuestros ojos en Jesús, Él nos permite experimentar la seguridad de que tiene todo bajo control; Él mismo nos da la convicción de que podemos confiar en su vista panorámica de nuestras circunstancias,
Esto me hace recordar los campos de entrenamiento de los marines de Estados Unidos, como los vemos en las películas; recrean un campo de batalla minuciosamente, detalle por detalle, con balas de salva que suenan a las de verdad; y todo para que la práctica sea lo más eficiente posible.
O los "simuladores" donde entrenan a los que serán pilotos de aviones comerciales; dentro de ellos pueden experimentar todas las sensaciones de una situación de emergencia, y es común que suban los niveles de adrenalina, pese a saber que son situaciones ficticias; pero las han recreado de tal forma que parezcan "reales".
El domingo pasado mi nietecito de casi un año sufrió de convulsiones a causa de que le subió repentinamente la temperatura, en plena predicación.
Mi primera reacción fue de impotencia y desconcierto: ¿Qué puedo hacer? sintiendo que el miedo atenazaba mi corazón. Pero casi inmediatamente decidí fijar mis ojos en Jesús y caminar sobre las aguas, declarando en voz alta que Él estaba en control de todo y dándole gracias por la situación.
Las siguientes horas, lejos de ser una historia de cansancio, angustia, miedos e inseguridad, fue una serie continua de éxitos, de triunfo en triunfo y de victoria en victoria. La fe de mi hijo (el padre del niño) fue fortalecida; él comenta que, mientras íbamos detrás de la ambulancia donde llevaban a su hijo, le dijo a Dios: "He leído tanto la Biblia, y ahora es tiempo de ponerla en práctica; quiero ser como Abraham, y te entrego a mi hijo." ¿Pueden imaginar lo que sintió mi corazón cuando escuché su testimonio? ¿Así cómo puedo lamentar el que mi nieto se haya enfermado, cuando ese evento sirvió para que mi hijo diera un paso de fe?
Y vuelvo a recordar que
Yendo al diccionario, encuentro que regocijo significa "Alegría, gusto o satisfacción interior muy intensos". Así que creo que me quedo con "satisfacción interior muy intensa". Es lo que más se acerca a lo que he experimentado en las pruebas de las últimas semanas.
¿Satisfacción de ver a mi nieto con convulsiones? ¡Claro que no! Pero sí satisfacción y confianza de saber que el Señor ya tenía previsto ese evento, y que Él siempre tiene control sobre cada "escenario".
Yo quiero ver milagros, así que hace unos meses decidí salir de la barca y caminar sobre las aguas con mi vista fija en Jesús; puse mi voluntad en permanecer en la zona "insegura", porque quiero que mi fe sea activada una y otra vez.
¿Y tú?
Todas quedamos de acuerdo en que ese retiro fue memorable; aunque, para ser franca, a cada retiro que vamos decimos lo mismo : Y es que el Señor siempre nos sorprende y rebasa nuestras expectativas.
Una de las oradoras nos dio una enseñanza corta... No puede decirse que haya sido toda una predicación, pero ha sido de los mensajes más poderosos que he escuchado en mi vida.
Se basó en un pasaje archi súper requete recontra conocido de la Biblia: cuando Pedro caminó sobre las aguas.
Aquí podemos notar que hay dos formas de caminar con Dios:Mateo 14:22-29 escribió: En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
- En la zona segura.
- En la zona insegura.
De momento esto parece una contradicción, pues nosotros siempre hemos sabido que estando en Cristo, estamos SEGUROS.
Pero después entendí. La zona "segura" es cuando estamos "en la barca"; sí, enmedio de la tempestad, pero sobre la barca. Hay piso debajo de nuestros pies, y aunque podamos tener temor por el movimiento, y de que se hunda, el simple hecho de sentir nuestros pies sobre algo sólido, nos da una sensación de "seguridad".
De esta manera podemos vivir nuestra vida, con un buen empleo, una buena casa, una buena familia, asistiendo a la iglesia regularmente, diezmando, ofrendando, participando en las actividades de la iglesia y de nuestra comunidad... Pero sin riesgos, y siempre orando: "Señor, que las cosas salgan bien, que se concretice tal negocio, que tenga éxito tal empresa, que sane fulanita o menganito, que vaya y vuelva mi hij@"
La zona "insegura" es precisamente... cuando nos bajamos de la barca y caminamos sobre las aguas :: Cuando nos esforzamos en no ver nuestras circunstancias, sino mantenemos fijos nuestros ojos en Jesús.
¿Quieres ver milagros en tu vida? Bájate de la barca, porque sólo ahí se ven los milagros, en la zona "insegura". En la zona "insegura" se activa la fe. Para ver un milagro de sanidad, tiene que haber alguien enfermo; para ver una milagrosa provisión, primero tiene que haber escasez.
Entonces es cuando hacemos todo lo que se hace en la zona "segura", y oramos igual, para que nos vaya bien, pero agregamos lo que dijo Jesús: "Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya, Señor". Es cuando oramos pidiendo más enseñanza, más crecimiento, más experiencias espirituales, más unción.
En la zona "insegura" aprendemos a encarnar y a hacer nuestro este texto:
En la zona "insegura" dejamos de sentirnos víctimas de las circunstancias, o papalotes sin cola, y pasamos a ser estudiantes dentro del aula de aprendizaje de la Escuela de Dios.Romanos 8:28 escribió:Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Es cierto que la pensamos dos veces antes de atrevernos a decirle al Señor: "Haz como mejor te parezca conmigo y con mi familia". Y al mismo tiempo es contradictorio sentir eso. Porque. ¿Qué pensamos que nos hará Dios? ¿Sentimos que si le damos "libertad" y "permiso" descargará su puño con fuerza sobre nosotros y nos pulverizará?
Tal vez todo este tiempo hemos tenido un concepto erróneo del carácter de Dios, y de pronto nos damos cuenta que lo hemos considerado como un Padre regañón, castigador, estricto, justiciero, prepotente, intolerante... Pero
Esto nos dice que así como es Jesús, es el Padre. Y todo el que ha leído los Evangelios conoce el carácter de Jesús, amable, tierno, considerado, fuerte, amoroso, compasivo... Por lo tanto, justo así también es nuestro Dios.Juan 1:18 escribió:A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Y si Dios es amor, veamos cómo es el Amor:1 Juan 4:8 escribió:El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Deliberadamente marqué en negritas ciertos atributos del Amor que es necesario examinar más de cerca.1 Corintios 13:4-8 escribió:El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser;
Definición de benigno: Templado, apacible, Comprensivo, indulgente, afable.
Por lo tanto, podemos concluir que Dios es comprensivo, indulgente, siempre hace lo correcto, y nunca actúa con ánimo de venganza, sino inteligentemente.
¿A este Dios nuestro le tenemos miedo? ¿La pensamos dos veces antes de poner enteramente nuestra vida y la de nuestra familia en sus manos?
Podemos confiar en que jamás nos encontraremos en un callejón sin salida. ¡Dios siempre nos proveerá de una puerta de salida de la situación!1 Corintios 10:13 escribió:No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
En la zona "insegura", fijos nuestros ojos en Jesús, Él nos permite experimentar la seguridad de que tiene todo bajo control; Él mismo nos da la convicción de que podemos confiar en su vista panorámica de nuestras circunstancias,
¡Fíjate qué maravilloso y sorprendente es esto! ¡Dios preparó miles y miles de escenarios para nuestro caminar diario! ¡Cientos de miles de oportunidades diferentes para poner en práctica lo que vamos aprendiendo!Efesios 2:10 escribió:Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Esto me hace recordar los campos de entrenamiento de los marines de Estados Unidos, como los vemos en las películas; recrean un campo de batalla minuciosamente, detalle por detalle, con balas de salva que suenan a las de verdad; y todo para que la práctica sea lo más eficiente posible.
O los "simuladores" donde entrenan a los que serán pilotos de aviones comerciales; dentro de ellos pueden experimentar todas las sensaciones de una situación de emergencia, y es común que suban los niveles de adrenalina, pese a saber que son situaciones ficticias; pero las han recreado de tal forma que parezcan "reales".
El domingo pasado mi nietecito de casi un año sufrió de convulsiones a causa de que le subió repentinamente la temperatura, en plena predicación.
Mi primera reacción fue de impotencia y desconcierto: ¿Qué puedo hacer? sintiendo que el miedo atenazaba mi corazón. Pero casi inmediatamente decidí fijar mis ojos en Jesús y caminar sobre las aguas, declarando en voz alta que Él estaba en control de todo y dándole gracias por la situación.
Las siguientes horas, lejos de ser una historia de cansancio, angustia, miedos e inseguridad, fue una serie continua de éxitos, de triunfo en triunfo y de victoria en victoria. La fe de mi hijo (el padre del niño) fue fortalecida; él comenta que, mientras íbamos detrás de la ambulancia donde llevaban a su hijo, le dijo a Dios: "He leído tanto la Biblia, y ahora es tiempo de ponerla en práctica; quiero ser como Abraham, y te entrego a mi hijo." ¿Pueden imaginar lo que sintió mi corazón cuando escuché su testimonio? ¿Así cómo puedo lamentar el que mi nieto se haya enfermado, cuando ese evento sirvió para que mi hijo diera un paso de fe?
Y vuelvo a recordar que
Santiago 1:2-3 escribió:Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Me parece que la expresión "muy felices" puede sonar muy exagerada, porque ciertamente me fue imposible sentirme "muy feliz" al ver a mi nietecito convulsionando.Biblia Traducida en Lenguaje Actual escribió:Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades. Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades.
Yendo al diccionario, encuentro que regocijo significa "Alegría, gusto o satisfacción interior muy intensos". Así que creo que me quedo con "satisfacción interior muy intensa". Es lo que más se acerca a lo que he experimentado en las pruebas de las últimas semanas.
¿Satisfacción de ver a mi nieto con convulsiones? ¡Claro que no! Pero sí satisfacción y confianza de saber que el Señor ya tenía previsto ese evento, y que Él siempre tiene control sobre cada "escenario".
Yo quiero ver milagros, así que hace unos meses decidí salir de la barca y caminar sobre las aguas con mi vista fija en Jesús; puse mi voluntad en permanecer en la zona "insegura", porque quiero que mi fe sea activada una y otra vez.
¿Y tú?