¿Te ha tocado ver bautizarse a jóvenes que inmediatamente después, lamentablemente, se alejan de la iglesia, y comienzan a vivir una vida mundana? De hecho es frecuente advertir de ese peligro a los nuevos creyentes que están próximos a bautizarse.
Pero ¿por qué sucede esto hoy en día? Que yo recuerde, en la Biblia no existe ningún relato de ese tipo.
A veces yo he escuchado comentarios haciendo referencia a lo que dijo el eunuco en Hechos 8:36 “Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?”, justificando el hecho de permitir que los nuevos creyentes que lo deseen, puedan bautizarse en la primera oportunidad.
Pero ¿qué tan correcto o conveniente es esto? ¿Realmente es buena idea que un nuevo creyente se bautice en la primera oportunidad?
Analicemos la historia de Felipe y el eunuco.
Felipe fue guiado por el Espíritu Santo para ir a hablar con el eunuco, y explicándole el pasaje de Isaías que estaba leyendo, le anunció el Evangelio de Cristo (v. 35). Después de haber recibido esa enseñanza, el eunuco fue bautizado (v.38). Nótese que el eunuco no fue bautizado sólo cuando quiso, sino después de haberse aclarado para él el pasaje de Isaías que hablaba del Mesías, y después de que Felipe le anunció el Evangelio de Cristo. Recibió enseñanza, y después fue bautizado.Hechos 8:26—35 escribió:Después de esto, un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Levántate y vete al sur, por el camino de Jerusalén a Gaza.» Este camino pasa por el desierto. Felipe se levantó y se fue; y en el camino se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario, tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y leyendo el libro del profeta Isaías.
El Espíritu le dijo a Felipe: «Ve y acércate a ese carro.» Cuando Felipe se acercó, oyó que el etíope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó:
—¿Entiende usted lo que está leyendo?
El etiope le contestó:
—¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?
Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él. La parte de la Escritura que estaba leyendo era ésta:
«Fue llevado como una oveja al matadero;
como un cordero que se queda callado
delante de los que lo trasquilan,
así tampoco abrió él la boca.
Fue humillado, y no se le hizo justicia;
¿quién podrá hablar de su descendencia?
Porque su vida fue arrancada de la tierra.»
El funcionario etiope le preguntó a Felipe:
—Dime, por favor, ¿de quién dice esto el profeta: de sí mismo o de algún otro?
Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etiope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús. 36 Más tarde, al pasar por un sitio donde había agua, el funcionario dijo:
—Aquí hay agua; ¿hay algún inconveniente para que yo sea bautizado?
Hoy en día sucede con más frecuencia de la que nos gustaría, que nuevos creyentes piden bautizarse en un arranque de emocionalismo; debemos tener mucho cuidado con eso, y asegurarnos por medio del Espíritu Santo, de que la persona ha recibido la enseñanza necesaria para poder apreciar y valorar el significado del bautismo. Tal vez de esta forma podamos evitar esa “casualidad” que se da de los jóvenes que recién se bautizan, y que inmediatamente después se alejan de la Iglesia.
¿O tú qué opinas?