Cuando nos atrevemos a contradecir a toda una asamblea.

Creo que muchos de nosotros conocemos esa pequeña parte de la historia de los apóstoles, cuando ellos eran perseguidos por predicar el Evangelio.

Hechos 5:33 escribió:Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos.

O sea, esto refiriéndose a los del Concilio, pues los apóstoles insistían en seguir con las enseñanzas de Jesús:

Hechos 5:29 escribió:Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Entonces alguien se destacó en esa reunión del Concilio:

Hechos 5:34 escribió:Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,

Qué ilustración tan sencilla; de una forma tan prudente, este Gamaliel decide confrontar a todos sus pares del Concilio para decirles algo:

Hechos 5:35-39 escribió: y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados. Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.

¿Cuántas veces nos hemos atrevido a levantar nuestra voz y contradecir a todos los demás que están con nosotros en una asamblea? Y eso descontando que, si nos atrevemos, seguramente que seremos acusados de revoltosos y conflictivos.

Pero cuando lo que se dice viene de parte de Dios, no hay nada que se le pueda interponer; Él se encarga de dar la fuerza y el convencimiento, como sucedió en aquel Concilio:

Hechos 5:40 escribió:Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.

No deja de llamarme la atención que aún cuando estuvieron de acuerdo con Gamaliel (su lógica era aplastante, dijera mi mamá), no se quedaron con las ganas de "desquitarse" de los malos ratos que sufrían a causa de los apóstoles; y sí los dejaron ir, pero antes los golpearon.