31 Días para orar por sus niños
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Salvación
“Padre, el deseo de mi corazón y mi oración es que mis hijos se salven, para que obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna” (Romanos 10: 1; 2 Tim 2:10). -
El crecimiento en la gracia
“Oro para que puedan crecer en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18). -
Amor
“Concede, Señor, que mis hijos pueden aprender a caminar en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros” (Efesios 5: 2). -
La honestidad e integridad
“Que la integridad y la honestidad sea preservada y protegida por ellos” (Salmo 25:21). -
Autocontrol
“Padre, ayuda a mis hijos a no ser como tantos otros a su alrededor, sino que sirvan de alerta y ejemplo en todo lo que hacen” (1 Tesalonicenses 5: 6) -
Un amor por la Palabra de Dios
“Que mis hijos crezcan para atesorar tu Palabra como más preciosa que el oro y más dulce que la miel” (Salmo 19:10). -
Justicia
“Dios, ayuda a mis hijos a amar la justicia como tu lo haces y actuar con justicia en todo lo que hacen” (Salmo 11: 7; Miqueas 6: 8). -
Misericordia
“Que mis hijos siempre sean misericordiosos, como su Padre celestial es misericordioso” (Lucas 06:36). -
Respeto
“Padre, haz que mis hijos pueden mostrar el debido respeto a la autoridad, para sí y para los demás” (1 Pedro 2:17). -
Fuerte, sentido de autoestima bíblica
“Ayuda a mis hijos a desarrollar un fuerte sentido de autoestima que tiene sus raíces en la conciencia de que ellos son su hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras” (Efesios 2:10). -
Fidelidad
“Deja que el amor y la fidelidad nunca se alejen de mis hijos, que se unan estas virtudes gemelas alrededor de sus cuellos y que las escriban en la tabla de su corazón” (Proverbios 3: 3). -
Coraje
“Que mis hijos siempre sean fuertes y valientes en su carácter y en sus acciones” (Deuteronomio 31: 6). -
Pureza
“Cree en ellos un corazón puro, oh Dios, y deja que su pureza de corazón se muestre en sus acciones” (Salmo 51:10). -
Bondad
“Señor, que mis hijos siempre traten de hacer el bien a otros y para todo el mundo” (1 Tesalonicenses 5:15). -
Generosidad
“Concede que mis hijos pueden ser generosos y dispuestos a compartir, almacenar tanto riquezas para sí mismos como una buena base para el futuro” (1 Timoteo 6: 18-19). -
Paz y pacificadores
“Padre, ayuda a mis hijos en las persecuciones lo que contribuye a la paz ya la mutua edificación” (Romanos 14:19). -
Gozo
“Que mis hijos con impaciencia recibir su Palabra y sean llenos del gozo del Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:6 -
Perseverancia
“Señor, enseña a mis hijos firmeza en todo lo que hacen, y les ayudes a correr con paciencia la carrera que tenemos por delante de ellos” (Hebreos 12: 1). -
Humildad
“Dios, por favor cultiva en mis hijos la capacidad de no hablar mal de nadie, para evitar peleas, que sean suaves, y muestren cortesía para con todos los hombres (Tito 3:2). -
Compasión
“Señor, por favor viste a mis hijos con la virtud de corazones compasivos” (Col 3:12). -
Responsabilidad
“Concede que mis hijos pueden aprender a soportar fielmente su propia carga como administradores dedicados, para su gloria” (Gálatas 6:5). -
Contentamiento
“Padre, ayuda a mis hijos a aprender el secreto de hacer frente a las circunstancias y el hambre, la abundancia y la necesidad, por medio de Cristo que puede fortalecerlos en todo y por todo” (Fil 4: 12-13). -
Fe
“Oro para que la fe encuentre raíces y crezca en los corazones de mis hijos, que por la fe pueden ganar lo que se ha prometido a ellos” (Lucas 17: 5-6; Hebreos 11:1). -
El corazón de un siervo
“Dios, por favor, ayuda a mis hijos hacer tu voluntad en sus corazones, para que puedan servir de todo corazón, a ti y no a los hombres” (Efesios 6:7). -
Esperanza
“Que el Dios de la esperanza, llene a mis hijos y los haga desbordar con esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Rom 15:13). -
Paciencia
“haz lo que debes hacer, Padre fiel, para ayudar a mis hijos a desarrollar la paciencia de hacer el bien mientras buscan gloria y honra e inmortalidad”(Romanos 2:7). -
Una pasión por Dios
“Ayuda a mis hijos el saber que tu misericordia es mejor que la vida, y que la mayor alegría se encuentra cuando nuestras almas se aferran apasionadamente a ti (Salmos 63: 3,8). -
La autodisciplina
“Padre, te pido que mis hijos desarrollen la disciplina de buscar constantemente tus sabias instrucciones, para que anden en formas que son correctas y justas y equitativas” (Proverbios 1: 3). -
Espíritu de oración
“Concede, Señor, que la vida de mis hijos estén marcadas por un espíritu de oración, que oren en todo tiempo con toda clase de súplicas y peticiones” (Efesios 6:18). -
Gratitud
“Ayuda a mis hijos a vivir una vida en la cual desborda la gratitud, que te den gracias siempre y en todo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Col 2,7; Efesios 5:20). -
Un corazón para el evangelismo
“Padre Celestial, ayuda a mis hijos a desarrollar corazones para la propagación del evangelio, y el deseo de ver tu gloria declarada entre las naciones, y tus maravillas entre todos los pueblos” (Sal 96: 3).
Podemos orar así también por los hijos que aún vendrán, y también por los nietos