¿Para que sean buenos profesionistas, o para que sean apasionados por Cristo?
Lamentablemente no fue capaz de criarnos para ningún otro objetivo en la vida, de manera que por mi parte, cuando fui lanzada al mundo exterior no tenía ni la más remota idea de cómo comportarme entre la gente, ni mucho menos cómo cuidarme de los recovecos y trampas del diario vivir.
Cuando el Señor Jesucristo me rescató, me aclaró las ideas, me informó de cuál era mi propósito en esta vida, y me fue capacitando para cumplirlo. Respecto a mis hijos, fue lo mismo; puso en mi mente la determinación de conseguir un objetivo principal en la vida de mis hijos: que fueran felices.
Como estoy convencida de que sólo Dios hace al hombre feliz como
Entonces me esforcé en esto, en que fueran felices, en que aprendieran del Señor, los llevaba cada domingo a la Escuela Dominical, al servicio por la tarde, y a cada reunión y evento de niños, adolescentes y jóvenes, según fuera el caso. Trataba de leerles la Biblia antes de dormirse; no era muy constante, pero cuando yo no podía, le pedía a su hermana mayor que lo hiciera.Eclesiastés 12:13 escribió:El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
Claro que le daba importancia a los conocimientos de la Escuela, a su cultura general; tiempo me faltaba para hablarles de todo eso, y aprovechaba cada programa, cada anécdota que me contaban, cada situación que veíamos en la calle, para darles una enseñanza, tanto de conocimientos generales como espiritual.
Nunca jamás ni por un momento dudé de todas las promesas que leía en la Biblia, acerca de las bendiciones del Señor hacia nuestros hijos, por ejemplo ésta:
Yo seguía y seguía, aunque llegó la época en que ya no se dejaban que los llevara a la iglesia, y fueron perdiendo interés en las reuniones de la iglesia... Mi hijo más pequeño se involucró tanto en el fútbol, que ya no podía ir a la iglesia los domingos; y definitivamente su prioridad era el fútbol. Entonces, confiando siempre en el Señor, y en lo que dice Proverbios, le respeté su decisión, y también incrementé mis enseñanzas durante la semana, aprovechando y estando a la caza de cada oportunidad que el Señor me proveía.Proverbios 22:6 escribió:Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Poco a poco mis hijos fueron dejando la Escuela, por diversas razones. De una u otra manera terminaron no siendo profesionistas, a pesar de haber terminado todos la preparatoria. Esa temporada yo me sentí como que había fracasado... ¿Qué opinaría mi madre de mi desempeño? Seguramente me consideraría ineficiente e inepta, al no haber podido imbuir en mis hijos la ambición por terminar una carrera, por obtener un título. Yo misma llegué a pensarlo.
A lo largo de estos años hemos pasado por múltiples problemas, sería muy largo de enumerarlos todos; pero el Señor poco a poco fue trayendo a mis hijos ante Su Presencia... A unos restaurando su relación con Cristo; a otros haciéndolos nacer de nuevo.
Hasta hace un año, me faltaba un hijo para rendirse al Señor, y hace pocos meses lo hizo, junto con su esposa, que no era cristiana. ¿Puedo hacerte el recuento?
- Hija mayor, ordenada pastora, casada con un pastor, trabajando de tiempo completo para el Señor atendiendo la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
- El segundo hijo, misionero constructor de casas en YWAM, casado con otra misionera. Aquí está su blog [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
- Tercer hijo, es el que acaba de volver al Camino, y él y su esposa acaban de recibir revelación de Dios de convertirse en misioneros; mi hijo se soñó predicando.
- El cuarto hijo se convirtió a Cristo después de casado. Ahora es ministro de alabanza y líder de jóvenes en la iglesia; su esposa se convirtió a Cristo después de casados también, y ahora ella es maestra de los niños en la Escuela Dominical, y líder de jóvenes junto a su esposo.
De pronto me doy cuenta que el Señor está cumpliendo un deseo de mi corazón... ¡Hacer que mis hijos estén apasionados por Cristo! Recuerdo cuando yo misma me reconocí [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Hoy en la mañana me tuve que detener de la limpieza, me recargué en la pared y me puse a llorar de agradecimiento, cuando pensé en todo esto que te acabo de mostrar.
No tengo palabras para expresar lo maravillada que estoy de la misericordia y el poder de Dios, quien a pesar de mis múltiples fallas y errores, no ha dejado de cumplir sus promesas... Le doy gracias que tomé la decisión correcta: hacer que mis hijos fueran felices.
¿Y tú? ¿Qué deseas para tus hijos?