¡La semilla está siendo plantada, el Señor le está dando el crecimiento, pero a mí me está dando el privilegio de ver la cosecha!
Anoche estuve en casa de uno de mis hijos impartiendo el discipulado... No deja de sorprenderme cómo es que sólo orando y poniendo al Espíritu Santo en control de todo, leyendo la lección, dando algunas indicaciones, leyendo versículos bíblicos, haciendo comentarios, y orando para dar gracias, esto es tan poderoso como para transformar una vida semana tras semana.
Nos extendimos muchísimo anoche (a pesar de que yo había dicho que era una lección corta ) porque entre la lección surgieron múltiples testimonios, y yo sentía cómo mi corazón se hinchaba de agradecimiento al escuchar a aquellas personitas (mi hijo, mi nuera y nuestro joven amigo) compartiendo las formas en las que el Señor los ha cambiado durante estos meses.
Al final yo comenté que me gustaría mucho que, junto con mi otro hijo y nuera, que terminarán al mismo tiempo si Dios nos lo permite, termináramos el discipulado con una reunión y celebráramos la Santa Cena, y dije "Porque yo tengo mucho qué agradecer..." Ni siquiera me dejaron terminar. "¡Nosotros también!" dijeron todos casi al unísono. Y entonces empezó un recuento de todos los cambios, de todas las bendiciones, de lo diferentes que eran ahora las cosas...
Jesús, eres maravilloso... No dejas de sorprenderme. Ya sé que lo he dicho muchas veces, pero no puedo dejar de decirlo y no puedo dejar de platicar de las maravillas que tú haces en mi vida, y de lo que puedes hacer en la vida de los demás. Ten misericordia de los que no te han conocido, porque la verdad vivir en ti, y tú en mí, ha sido y sigue siendo la experiencia más sublime que cualquier persona pudiera experimentar... Qué montaña rusa, o deportes extremos ni qué nada. Caminar en tu Camino es más adrenalina pura que cualquier otra cosa, ¡¡Gracias, Padre!!" />
Última edición por Graciela el Jue Mar 03, 2016 12:45 am, editado 2 veces