La respuesta, como siempre, está en la Biblia.
Todos nos preguntamos... ¿Por qué están pasando estas cosas? ¿Por qué permites, Dios, que haya tanta corrupción, tanta inseguridad, impunidad, injusticias, etc.?En los últimos años se pueden observar reacciones diferentes en cada persona: reclamos, quejas, exigencias, indiferencia, protestas, apatía...
Sin embargo, pocos nos detenemos a pensar si hay algo que cada uno estamos haciendo mal, o no hacemos algo que debiéramos hacer. Se nos hace más fácil echar la culpa al gobierno, que pedirle a Dios como David lo hacía:
Salmos 26:2 escribió:Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
Lo que sí es más que seguro es que Dios algo nos está diciendo con todos estos acontecimientos. Él siempre habla, amonesta y advierte antes de permitir las tribulaciones como consecuencia por la desobediencia. Así pasó con Manasés, el rey de Judá, hijo de Ezequías (sí, el mismo [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]).Salmos 139:23 escribió:Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
2 Crónicas 33:10 escribió:Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon;
Como podrás darte cuenta, no sólo los gobernantes deben escuchar la voz de Dios, sino también el pueblo... o sea, NOSOTROS.
Porque no se trata sólo de evitar hacer lo malo, sino también de hacer lo bueno.
Santiago 4:17 escribió: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Entonces, ¿qué estamos haciendo mal, o qué no estamos haciendo que debiéramos hacer?