Cuántas veces nos ha tocado ser testigos cuando una persona decide hacer algo que nosotros sabemos que lo llevará a un fracaso (especialmente en nuestros hijos); y lo sabemos, no porque seamos adivinos, o porque le deseemos algún mal, sino por la experiencia que tal vez ya tuvimos, o simplemente por sentido común.
Insistimos e insistimos pero igual la otra persona hace lo que decidió hacer; y por lo general sucede lo que nosotros "vaticinamos" que sucedería. Y luego viene el "¡Te lo dije! ¡Ya sabía yo que eso te pasaría!"
¿Y cuál es la reacción de la persona? Se resiente con nuestro comentario, siente que le estamos diciendo "tonto", y que nosotros presumimos de ser "más inteligentes". Por eso es que los psicólogos aconsejan evitar esa expresión "Te lo dije"; porque normalmente lleva un mensaje negativo, de crítica destructiva, de desvalorización.
Sin embargo, hoy en la mañana me percaté de que hubo una vez que un hombre dijo "te lo dije", pero la otra persona tuvo una reacción contraria a la que estamos acostumbrados a ver.
La historia va así ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]). Pablo viajaba a Roma a comparecer ante el César, para defenderse de las acusaciones de los judíos. Iba bajo la vigilancia de un centurión llamado Julio.
Durante el viaje, hubo muy mal tiempo, y en un momento dado, Pablo sugirió no continuar la navegación, ya que se daba cuenta que era muy peligroso. Pero el centurión no lo escuchó, sino que hizo más caso al piloto y al patrón de la nave; así que continuaron el viaje, aún cuando tenían ya casi encima la tormenta.
Finalmente, después de varios días de tormenta cada vez más fuerte, ya habían perdido la esperanza de salvarse. Entonces Pablo se levantó, y dijo esto:
Pero luego agregó:
Y después:
Entonces llegó la solución:
¿Por qué Pablo obtuvo una reacción tan diferente a la que hemos recibido nosotros?
Para contestarnos esta pregunta primero debemos recordar en qué forma hemos dicho ese tan desprestigiado "te lo dije": ¿Como un triunfo sobre la otra persona? ¿Para sentirnos más inteligentes? ¿Para tomar revancha porque al principio ignoraron nuestra "sabiduría"?
O como lo hizo Pablo, para permitir un aprendizaje, dar testimonio y después sugerir una solución.
Nótese que en lo que dijo Pablo no se percibe ninguna vanagloria, o resentimiento, por el hecho de que el centurión le había ignorado; más bien es como que Pablo aprovechó la oportunidad que Dios le dio para dar testimonio de su compromiso en obedecer a nuestro Padre.
El "te lo dije" de Pablo no fue ninguna piedra de tropiezo, sino todo lo contrario; si se hubiera quedado sólo en la primera frase (en donde normalmente nos quedamos nosotros), o se hubiera saltado la segunda parte, y se hubiera ido a la tercera (a dar la solución), entonces no hubiera habido bendición.
Aquí está la diferencia entre el "te lo dije" de Pablo, y el "te lo dije" de nosotros:
El de Pablo fue para permitirles una experiencia de aprendizaje a los oyentes, para dar testimonio, y para que su solución no se sintiera como "impuesta" por alguien que se considera más inteligente y sabio.
Nuestro "te lo dije" la mayor parte de las veces es como un recordatorio de que somos más inteligentes, que tenemos más visión que la otra persona, y nuestra solución es como diciendo "Más te vale que ahora sí me hagas caso".
¿Tú qué piensas?
Insistimos e insistimos pero igual la otra persona hace lo que decidió hacer; y por lo general sucede lo que nosotros "vaticinamos" que sucedería. Y luego viene el "¡Te lo dije! ¡Ya sabía yo que eso te pasaría!"
¿Y cuál es la reacción de la persona? Se resiente con nuestro comentario, siente que le estamos diciendo "tonto", y que nosotros presumimos de ser "más inteligentes". Por eso es que los psicólogos aconsejan evitar esa expresión "Te lo dije"; porque normalmente lleva un mensaje negativo, de crítica destructiva, de desvalorización.
Sin embargo, hoy en la mañana me percaté de que hubo una vez que un hombre dijo "te lo dije", pero la otra persona tuvo una reacción contraria a la que estamos acostumbrados a ver.
La historia va así ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]). Pablo viajaba a Roma a comparecer ante el César, para defenderse de las acusaciones de los judíos. Iba bajo la vigilancia de un centurión llamado Julio.
Durante el viaje, hubo muy mal tiempo, y en un momento dado, Pablo sugirió no continuar la navegación, ya que se daba cuenta que era muy peligroso. Pero el centurión no lo escuchó, sino que hizo más caso al piloto y al patrón de la nave; así que continuaron el viaje, aún cuando tenían ya casi encima la tormenta.
Finalmente, después de varios días de tormenta cada vez más fuerte, ya habían perdido la esperanza de salvarse. Entonces Pablo se levantó, y dijo esto:
¡Huy, el temido "te lo dije"!Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida.
Pero luego agregó:
¡Palabras de ánimo!Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.
Y después:
El testimonio del Dios Altísimo, quien le decía a Pablo: "Recuerda, yo ya te había dicho que son mis planes que vayas ante César".Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.
Entonces llegó la solución:
El centurión y todos los demás escucharon a Pablo y siguieron su sugerencia.Con todo, es necesario que demos en alguna isla.
¿Por qué Pablo obtuvo una reacción tan diferente a la que hemos recibido nosotros?
Para contestarnos esta pregunta primero debemos recordar en qué forma hemos dicho ese tan desprestigiado "te lo dije": ¿Como un triunfo sobre la otra persona? ¿Para sentirnos más inteligentes? ¿Para tomar revancha porque al principio ignoraron nuestra "sabiduría"?
O como lo hizo Pablo, para permitir un aprendizaje, dar testimonio y después sugerir una solución.
Nótese que en lo que dijo Pablo no se percibe ninguna vanagloria, o resentimiento, por el hecho de que el centurión le había ignorado; más bien es como que Pablo aprovechó la oportunidad que Dios le dio para dar testimonio de su compromiso en obedecer a nuestro Padre.
El "te lo dije" de Pablo no fue ninguna piedra de tropiezo, sino todo lo contrario; si se hubiera quedado sólo en la primera frase (en donde normalmente nos quedamos nosotros), o se hubiera saltado la segunda parte, y se hubiera ido a la tercera (a dar la solución), entonces no hubiera habido bendición.
Aquí está la diferencia entre el "te lo dije" de Pablo, y el "te lo dije" de nosotros:
El de Pablo fue para permitirles una experiencia de aprendizaje a los oyentes, para dar testimonio, y para que su solución no se sintiera como "impuesta" por alguien que se considera más inteligente y sabio.
Nuestro "te lo dije" la mayor parte de las veces es como un recordatorio de que somos más inteligentes, que tenemos más visión que la otra persona, y nuestra solución es como diciendo "Más te vale que ahora sí me hagas caso".
¿Tú qué piensas?
Última edición por Graciela el Mar Feb 16, 2016 12:45 am, editado 1 vez