Todos estos años existió en mi mente esta pregunta, hasta que hace poco tiempo el Espíritu Santo me dio una respuesta.
No me sorprende la pregunta de los discípulos; en el Antiguo Testamento hay afirmaciones que se contradicen aparentemente:Jesús 9:1-2 escribió:Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?
Ezequiel 18:20 escribió:El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
Éxodo 20:5 escribió:No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
. Esto será tema de otro artículo.Deuteronomio 24:16 escribió:Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
Pero la explicación de Jesús es sorprendente:
¿Esto quiere decir que aquel ciego era ciego para que Jesús lo sanara? Lo digo por lo que viene después:Juan 9:3-5 escribió:Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
El hombre era ciego, y Jesús lo sanó. Es interesante lo que pasó a continuación:Juan 9:6-7 escribió:Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.
A mi entender, esta parte está ligada a la explicación de Jesús, pues Él fue quien sanó al hombre, y éste, ya sanado, no ocultó quién lo había hecho, y contó justo cómo lo había hecho.Juan 9:10-11 escribió:Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.
Luego de esto, la historia continúa describiendo cómo este hombre fue interrogado una y otra vez sobre lo mismo: ¿Quién te sanó? Hasta que lo hartaron, y cuando los fariseos una vez más le cuestionaron su dicho, argumentando que Jesús no podía haber sido porque era un hombre pecador como todos, esto fue lo que contestó:
Al leer una y otra vez este pasaje de la Biblia, me doy cuenta que hay una enseñanza muy profunda, y a la vez muy lógica, de acuerdo con lo que conozco de la persona de mi Padre Celestial.Juan 9:25 escribió:Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
En realidad para Él la carne, o sea nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones, no son valiosas, no las estima, no le son agradables. Poco antes del diluvio,
Al referirse a la carne, se refiere a todo lo que se opone a Él:Dios, en Génesis 6:12 escribió:Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
1 Juan 2:16 escribió:Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
- Deseos de la carne → Nuestros propios deseos, anhelos, planes, proyectos, etc.
- Deseos de los ojos → El pecado de Eva:Génesis 3:6 escribió:Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría;
- Vanagloria de la vida → Sentirnos satisfechos con nuestros logros, los éxitos, las buenas intenciones, los buenos deseos, los buenos sentimientos, creernos muy buenos y morales.
Después de todo ¿por qué habría de estar interesado en sanar a alguien? De hecho, todos estábamos condenados a muerte a causa de nuestros pecados y transgresiones contra Dios.
Es por esto que, cuando nosotros los hijos de Dios oramos por sanidad para una persona, sea inconversa o salva, debemos orar principalmente por la salvación, o una unción mayor del Espíritu Santo (según sea el caso); debemos clamar para que Él muestre su rostro, que se glorifique a través de la sanidad.Romanos 5:12 escribió:Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Éste es el caso de una persona que ha sanado de alguna enfermedad, dolencia o adicción, y luego a la mera hora le da la gloria a todo o a todos menos a Jesucristo.Mateo 16:26 escribió:Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Y mucho ojo... Hay muchos que le dan la gloria a Dios, pero no mencionan a Jesucristo. Y piensan que es lo mismo, que está bien... Pero hay tres razones poderosas para afirmar que esto es una mentira.
- Hay una promesa cuandoJesús, en Mateo 10:32 escribió:A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- El no confesarlo, también trae una advertencia cuandoJesús, en Mateo 10:33 escribió:Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
- Cuando permitimos que las personas sólo le den la gloria a Dios, y no a Jesucristo, no les estamos compartiendo las Buenas Nuevas, el Evangelio de la Paz y de la Salvación. Les estamos permitiendo que sane su cuerpo, su vida, sus actitudes, sus relaciones familiares, sus trabajos,que sólo es temporal, y los condenamos a la muerte eterna.Juan 6:68 escribió:Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Así que, ¿será que realmente Dios está interesado en sanar la carne? Mi conclusión es que no; Él aprovecha las enfermedades y todos los problemas, para mostrar su Gloria y su Poder, y atraer a las personas a la Luz del Evangelio, a la salvación.
¿Te das cuenta del gran amor de Dios por nosotros?
Si has sanado de alguna enfermedad, pero no sabes dónde pasarás tu eternidad si muriera tu cuerpo en este instante, entonces te invito a que ahí mismo donde estás, si puedes arrodillarte lo hagas, si no, está bien, y medites en esto:
- Todos hemos pecado. No hay pecados grandes ni pequeños; para Dios todos son iguales, y como Él es Santo, no convive con el pecado.Isaías 59:2 escribió:pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
- A causa de eso, toda la humanidad está condenada a muerte.Romanos 6:23 escribió:Porque la paga del pecado es muerte,
- Dios ya envió a su Hijo Jesucristo a comprar nuestra libertad.Juan 3:16 escribió:Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
- El pago ya está hecho.1 Pedro 3:18 escribió:Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
- Si aceptas ese regalo, eso te convierte en hijo de Dios.Juan 1:12 escribió:Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
- Entrégale tu vida, invítalo a tu corazón, para que ahora vivas en Su protección, en su fuerza, en Su guía, teniendo una relación de amistad con Él.Romanos 14:9 escribió:Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
Después de leer lo anterior, y meditar en ello, disponte ahora a hacer una oración de acuerdo con estas verdades bíblicas. Y cuando termines, por favor, comparte con nosotros lo que el Señor ha hecho en ti.
¡Que sea de bendición!