Hace más de veinte años, cuando yo aún era atea, trabajaba en una Escuela Secundaria Pública, donde la mayoría de mis compañeros se decían católicos. Había de todos los niveles: desde los que iban a misa todos los domingos, traían sus crucifijos colgando del cuello, y festejaban el día de la Virgen fielmente, hasta los que manifestaban abiertamente ser católicos porque así los bautizaron desde bebés, y no faltaban los que decían que TODOS éramos cristianos e hijos de Dios.
Ya en aquellos días, Dios me estaba llamando, aún cuando yo no lo reconocía. Yo era una atea muy tranquila y convencida, totalmente incapaz de creer en algo que no fuera lo que yo veía o palpaba.
Recuerdo un día próximo a la Semana Santa; ya se sentía en el aire la sicosis de las vacaciones, todos estábamos inquietos y anhelando el tan ansiado período vacacional. Estábamos en la prefectura varios maestros, y el prefecto comenzó a comentar muy entusiasmado de sus planes para ir a la playa, a tumbarse en la arena tomándose unas cervezas. De forma inexplicable, me incomodó su comentario, y le pregunté: ¿Eres católico? Todavía sonriendo por sus planes, me dijo: ¡Pues sí! Entonces le pregunté: ¿Y qué no se supone que ustedes creen que una semana como ésa Jesucristo murió en la Cruz por ustedes? De pronto como que le desconcertó mi pregunta, y me contestó afirmativamente... Y le dije: ¿Entonces cómo es que estás pensando en irte a divertir, cuando se supone que deberías estar muy triste porque Jesucristo murió en la Cruz? (Aclaro que hasta ese momento yo no había tenido contactos con cristianos evangélicos, por lo que en mi mente estaba sólo la imagen del Cristo crucificado). Entonces, soltando una carcajada, me contestó: ¡Ah, pero eso sucedió hace muchos años! Ni modo que me la pase llorando... Ya pasó, ya no puedo hacer nada al respecto, y ahora a disfrutar la vida!!
Honestamente su respuesta tan cínica me tomó por sorpresa, y pensé que era la persona más malagradecida que había conocido...
Y para ti, ¿qué significan los Días Santos?
Ya en aquellos días, Dios me estaba llamando, aún cuando yo no lo reconocía. Yo era una atea muy tranquila y convencida, totalmente incapaz de creer en algo que no fuera lo que yo veía o palpaba.
Recuerdo un día próximo a la Semana Santa; ya se sentía en el aire la sicosis de las vacaciones, todos estábamos inquietos y anhelando el tan ansiado período vacacional. Estábamos en la prefectura varios maestros, y el prefecto comenzó a comentar muy entusiasmado de sus planes para ir a la playa, a tumbarse en la arena tomándose unas cervezas. De forma inexplicable, me incomodó su comentario, y le pregunté: ¿Eres católico? Todavía sonriendo por sus planes, me dijo: ¡Pues sí! Entonces le pregunté: ¿Y qué no se supone que ustedes creen que una semana como ésa Jesucristo murió en la Cruz por ustedes? De pronto como que le desconcertó mi pregunta, y me contestó afirmativamente... Y le dije: ¿Entonces cómo es que estás pensando en irte a divertir, cuando se supone que deberías estar muy triste porque Jesucristo murió en la Cruz? (Aclaro que hasta ese momento yo no había tenido contactos con cristianos evangélicos, por lo que en mi mente estaba sólo la imagen del Cristo crucificado). Entonces, soltando una carcajada, me contestó: ¡Ah, pero eso sucedió hace muchos años! Ni modo que me la pase llorando... Ya pasó, ya no puedo hacer nada al respecto, y ahora a disfrutar la vida!!
Honestamente su respuesta tan cínica me tomó por sorpresa, y pensé que era la persona más malagradecida que había conocido...
Y para ti, ¿qué significan los Días Santos?