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EE.UU.-Una organización atea está pidiendo al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que mantenga los actos religiosos fuera de ceremonia de posesión, ellos están exigiendo que se elimine la Biblia, la oración, Dios y el juramento del evento.
La Fundación Libertad de Religión (FFRF, por sus siglas en inglés) envió una carta a Trump para convencerlo de cambiar sus planes para la inauguración de la presidencia. Según el grupo, la Constitución de Estados Unidos es de naturaleza secular y “no contiene ninguna política para jurar a una deidad o poner su mano sobre una Biblia”.
“La tradición de decir ‘Dios me ayude’ viola el espíritu de nuestra Constitución en el acto de la promesa por lo que debería ser secular”, dijo el grupo. “El recitar el juramento presidencial en su forma original sería un paso simbólico e importante para la separación de la política estadounidense y la religión”.
Los ateos también pidieron que Trump elimine el tiempo de la oración del evento, que contará con el predicador y evangelista Franklin Graham, Paula White y otros. Además, otros líderes espirituales harán la lectura de la Biblia en la ceremonia de toma de posesión como el cardenal católico Timothy Dolan y el rabino judío Marvin Hier.
“Si usted quiere realizar una convocación religiosa en particular para celebrar personalmente su apertura, por supuesto, no tendríamos ninguna objeción basada en la Cláusula de Establecimiento. Pero nosotros y nuestros miembros no quieren que un evento secular se transforme en un circo religioso”, dice la carta, firmada por los presidentes de FFRF, Dan Barker y Annie Laurie Gaylor.
No se sabe si Trump tiene la intención de responder a las reivindicaciones.
Relacionar la fe cristiana a los actos políticos oficiales no es nuevo en los Estados Unidos. En su primer discurso inaugural en 1789, el primer presidente, George Washington, dijo: “Sería particularmente inadecuado omitir, en este primer acto oficial, mis fervientes súplicas para que el Todopoderoso, que gobierna sobre el universo, que preside los consejos de las naciones y cuya ayuda puede suministrar a cada defecto humano, que su bendición pueda consagrar a las libertades y la felicidad del pueblo americano, un gobierno instituido por sí propio y para estos fines esenciales, que pueden permitir que todos los instrumentos empleados en esta administración se ejecuten con éxito como las funciones atribuidas a Él”.
Cristiano HoyLa Fundación Libertad de Religión (FFRF, por sus siglas en inglés) envió una carta a Trump para convencerlo de cambiar sus planes para la inauguración de la presidencia. Según el grupo, la Constitución de Estados Unidos es de naturaleza secular y “no contiene ninguna política para jurar a una deidad o poner su mano sobre una Biblia”.
“La tradición de decir ‘Dios me ayude’ viola el espíritu de nuestra Constitución en el acto de la promesa por lo que debería ser secular”, dijo el grupo. “El recitar el juramento presidencial en su forma original sería un paso simbólico e importante para la separación de la política estadounidense y la religión”.
Los ateos también pidieron que Trump elimine el tiempo de la oración del evento, que contará con el predicador y evangelista Franklin Graham, Paula White y otros. Además, otros líderes espirituales harán la lectura de la Biblia en la ceremonia de toma de posesión como el cardenal católico Timothy Dolan y el rabino judío Marvin Hier.
“Si usted quiere realizar una convocación religiosa en particular para celebrar personalmente su apertura, por supuesto, no tendríamos ninguna objeción basada en la Cláusula de Establecimiento. Pero nosotros y nuestros miembros no quieren que un evento secular se transforme en un circo religioso”, dice la carta, firmada por los presidentes de FFRF, Dan Barker y Annie Laurie Gaylor.
No se sabe si Trump tiene la intención de responder a las reivindicaciones.
Relacionar la fe cristiana a los actos políticos oficiales no es nuevo en los Estados Unidos. En su primer discurso inaugural en 1789, el primer presidente, George Washington, dijo: “Sería particularmente inadecuado omitir, en este primer acto oficial, mis fervientes súplicas para que el Todopoderoso, que gobierna sobre el universo, que preside los consejos de las naciones y cuya ayuda puede suministrar a cada defecto humano, que su bendición pueda consagrar a las libertades y la felicidad del pueblo americano, un gobierno instituido por sí propio y para estos fines esenciales, que pueden permitir que todos los instrumentos empleados en esta administración se ejecuten con éxito como las funciones atribuidas a Él”.
