Una de mis alumnas de la Escuela Dominical me hizo ésta pregunta:
¿Te puedes enamorar de alguien solo por sus brillantes respuestas y preguntas?
Yo le contesté:
Dice el dicho que 'Del plato a la boca, se cae la sopa'.
Si uno se enamorara de alguien de esa manera, sería un amor platónico, un amor forjado en un ser creado en la mente, con la cara del avatar y las preguntas y respuestas que esa persona expresa.
Todo un ser imaginario, como de historieta, pero que por lo general es muy diferente en la realidad.
Los dibujos de los avatares son casi del mismo molde. Muñequitas juveniles con caras bonitas a las que simplemente se les cambian o eligen los ojos, la boca, el color de la piel, la ropa, en fin, al igual de los muñequitos masculinos.
Muchas veces el avatar puede presentar a una chica muy guapa y hasta con cierto aire de inocencia, pero en realidad la usuaria, con todo respeto puede ser de edad avanzada, o con ciertos defectos físicos, o no muy agraciada en su belleza. (Esto lo digo con toda consideración y respeto. No todo el mundo puede estar como para portada de revistas).
Muchas veces el avatar puede ser el de una chica guapa y simpática, pero el usuario en realidad es (Respetuosamente lo digo), un gay o transexual, en fin.
Por lo que enamorarse, lo que implica enamorarse de una persona virtual en las primeras impresiones, lo veo más que imposible.
A lo más que se puede llegar es a quedar impresionado con la sagacidad y originalidad de las preguntas y respuestas de ese usuario o usuaria, y se necesita hacer contacto con esa persona, tratarla en el correo electrónico o el messenger, intercambiar fotos reales, hasta llegar a conocerse físicamente, en fin, para que pudiera surgir el cariño y hasta el amor.
¿Te puedes enamorar de alguien solo por sus brillantes respuestas y preguntas?
Yo le contesté:
Dice el dicho que 'Del plato a la boca, se cae la sopa'.
Si uno se enamorara de alguien de esa manera, sería un amor platónico, un amor forjado en un ser creado en la mente, con la cara del avatar y las preguntas y respuestas que esa persona expresa.
Todo un ser imaginario, como de historieta, pero que por lo general es muy diferente en la realidad.
Los dibujos de los avatares son casi del mismo molde. Muñequitas juveniles con caras bonitas a las que simplemente se les cambian o eligen los ojos, la boca, el color de la piel, la ropa, en fin, al igual de los muñequitos masculinos.
Muchas veces el avatar puede presentar a una chica muy guapa y hasta con cierto aire de inocencia, pero en realidad la usuaria, con todo respeto puede ser de edad avanzada, o con ciertos defectos físicos, o no muy agraciada en su belleza. (Esto lo digo con toda consideración y respeto. No todo el mundo puede estar como para portada de revistas).
Muchas veces el avatar puede ser el de una chica guapa y simpática, pero el usuario en realidad es (Respetuosamente lo digo), un gay o transexual, en fin.
Por lo que enamorarse, lo que implica enamorarse de una persona virtual en las primeras impresiones, lo veo más que imposible.
A lo más que se puede llegar es a quedar impresionado con la sagacidad y originalidad de las preguntas y respuestas de ese usuario o usuaria, y se necesita hacer contacto con esa persona, tratarla en el correo electrónico o el messenger, intercambiar fotos reales, hasta llegar a conocerse físicamente, en fin, para que pudiera surgir el cariño y hasta el amor.