¿Habrá todavía historias como la de Romeo y Julieta?
Pero ¿es lo mismo amar que estar enamorado? Según Erich Fromm, no es lo mismo:
Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer frente a el o ella las barreras que nos separan de los demás.
Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos mas íntimos, tenemos la sensación de que, por fin, hicimos una conexión con alguien.
Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia, dentro de el se producen unas sustancias llamadas endorfinas.
Nos sentimos felices y andamos todo el dia de buen humor y atontados.
Cuando estamos enamorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona mas maravillosa del mundo.
¿Alguna vez te has sentido así? Seguramente que sí... Es porque las endorfinas andan a todo lo que dan por tu cuerpo (entre las que se destaca la dopamina; todos son neurotrasmisores que aumentan la sensación de felicidad y de placer).
Ahora es interesante mencionar de pasadita lo que es el amor, según Erich Fromm:
Por algo muchas personas son adictas al "enamoramiento", y nunca pasan al nivel de "amor verdadero"; el enamoramiento es excitante, estimulante y emocionante. Para llegar al nivel del amor verdadero, se requiere paciencia, constancia, compromiso y muchísimo perdón. Porque es cuando comienzas a conocerle los defectos a tu pareja, y debes haber decidido perdonarlos todos, incluyendo los errores que pueda cometer; todo en el compromiso de nunca dejarse. Es entonces cuando entra en escena otra hormona llamada oxitocina; ésta ya no provoca tanto éxtasis, sino más bien calma, paz y relajación.Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados. ¿Que? Asi es.
El amor requiere conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación. No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario es maravilloso.
Sin embargo es solo el principio.
Pero volvamos a la dopamina; ¿sabías que cuando te sientes así de enamorado hay dopamina en tu cuerpo a mil por hora? Y es maravilloso cuando te ríes solo, y se te olvidan las cosas, y estás solamente esperando el mensaje de tu amado(a); tu corazón se acelera, y sientes que todo está perfecto.
(Fuente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] escribió:El cerebro de un enamorado se ve parecido al de alguien estimulado por cocaína. Tanto la droga como la emoción disminuyen el umbral de los centros de placer, lo que provoca que te sientas bien con mayor facilidad.
Según [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], el enamoramiento tiene varias fases:
Lo bueno es cuando de esta fase pasamos al amor verdadero, porque según este mismo sitio, el enamoramiento puede producir adicción; y la mala noticia es que tiene fecha de caducidad.Nos enamoramos paso a paso: en una primera fase reconocemos en la pareja actitudes, virtudes y otros elementos clave que responden a la frase 'me parece atractivo', explicó Gaona.
La segunda fase, que puede darse incluso el mismo día, 'es el momento de las fantasías desbocadas, en el que atribuimos cualidades extraordinarias a nuestra pareja debido al bienestar endorfínico que nos produce su cercanía'.
En esta fase la reacción es explosiva y no carece de 'cierto peligro', puesto que 'nos enganchamos a la reacción química que nos produce una persona y le atribuimos cualidades que en realidad no conocemos'.
Es entonces cuando por alguna razón, de pronto desaparece el emisor, se acaba ese flujo de energía en la otra persona, y te quedas como trompo chillador, dando vueltas solo, y todas aquellas sensaciones de golpe y porrazo ya no tienen un destinatario.
En estos casos, ¿qué pasa con toda esa dopamina que sólo horas antes estaba como torrente impetuoso dando vueltas por tu cuerpo?
Poca información encontré en el internet, pero si las endorfinas son hormonas adictivas, entonces pueden producir tanto intoxicación como síndrome de abstinencia.
La intoxicación debe ocurrir si por algún motivo súbitamente desaparece tu pareja, ya sea porque te fue infiel, porque se fue, o simplemente porque te avisa que dejó de amarte. Entonces sientes que te falta el aire, te sientes débil, sin ganas de nada, pero sin poder dormir; nada te satisface, lloras por todo... ¿Te parecen familiares esos síntomas? Lo siento por ti...
Luego, si tu pareja definitivamente desapareció de tu vida, entonces debe venir el síndrome de la abstinencia... Es muy parecido a la intoxicación, pero tal vez en este caso ya los malestares sean también físicos y orgánicos: malestar general, tal vez un infarto, taquicardias, desmayos, colapsos nerviosos, etc.
Entonces ¿tú crees que se pueda morir de amor?
De amor no, pero sí de enamoramiento, tanto por exceso como por falta de esas hormonas tan deseadas, y a veces tan estorbosas; porque ¿a quién le gusta seguir amando a quien te dejó por otra persona? ¿O que te dijo "ya no te amo más"? ¿O que simplemente se fue y desapareció, a veces sin una explicación? En esos momentos lo que menos quieres es "sentir".
Sí, creo que literalmente sí se puede morir de amor; pero no del amor verdadero, sino de enamoramiento.
Algunas personas, muy sensatamente, deciden mejor alejarse de quien les provoca la liberación de esas hormonas en su cuerpo, y como en todo síndrome de abstinencia, el tiempo es el mejor aliado para llegar a recuperar la cordura y el dominio de nuestras emociones.
Otras por el contrario, deciden quedarse y seguirse torturando viendo o espiando a su ex-pareja, siendo feliz con su nuevo amor; a veces esto puede redundar en celos violentos, suicidio u homicidio. Claro, son casos extremos; pero sabemos que han sucedido, y siguen sucediendo.
De una manera o de otra, todos debemos "cuidar" nuestro cuerpo (cerebro, hígado, corazón, donde sea que se "anidan" nuestras emociones), ser cautelosos, y aprender a "administrar" bien la secreción de estas hormonas, que si bien pueden hacernos mucho daño (como lo hemos descrito), también son benéficas y muy necesarias para nuestro desarrollo en nuestra habilidad para encontrar una pareja permanente.
Ah, endorfinas... pueden hacernos la vida muy emocionante, y al minuto siguiente, convertirla en un infierno, ¿no crees?