Para reír un poco, y aprender otro poco.
Las esposas de dos pastores, sentadas en el patio de una casa, estaban platicando mientras remendaban los pantalones de sus respectivos esposos.Una dijo a la otra:
- Yo no entiendo por qué hay avivamiento en tu iglesia y la nuestra está apagada.
- Bueno -respondió su amiga-, si tú fueras más observadora, ya te habrías fijado que yo estoy remendando las rodillas de estos pantalones, mientras tú estás remendando las asentaderas.