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Por lo general la Escuela Dominical tiene poca concurrencia; al comenzar, casi siempre las bancas de la iglesia están vacías, sobre todo en la clase de los adultos. Ya conforme se acerca la hora del culto, y sobre todo al final de las clases, familias enteras comienzan a llegar para el culto.
No dudamos que es de mucha edificación alabar juntos a nuestro Señor, y recibir la enseñanza de la predicación. Orar y ofrendar son prácticas que, cuando lo hacemos de corazón, hacen que Dios se agrade de su pueblo.
Pero entonces, ¿qué relevancia tiene la Escuela Dominical? ¿Por qué tenemos que ir a tomar clases, si de todos modos tenemos la enseñanza de la predicación durante el culto? ¿Cuál es la diferencia?
Bien, la diferencia que se me viene primero a la mente es que durante la predicación la gente no hace preguntas, no interviene, no participa; sólo escucha y recibe la Palabra de Dios. En la Escuela Dominical, en cuanto a que son clases, se promueve la participación, y es el momento ideal para que se despejen dudas.
Creo que el pasaje bíblico que ejemplifica más claramente la importancia de la Escuela Dominical está en la historia de Felipe y el etíope.
Además, el Señor nos hace esta advertencia.Hechos 8:27-31 escribió:Felipe se levantó y se fue; y en el camino se encontró con un hombre de Etiopía. Era un alto funcionario, tesorero de la reina de Etiopía, el cual había ido a Jerusalén a adorar a Dios. Iba de regreso a su país, sentado en su carro y leyendo el libro del profeta Isaías.
El Espíritu le dijo a Felipe: «Ve y acércate a ese carro.» Cuando Felipe se acercó, oyó que el etiope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó:
—¿Entiende usted lo que está leyendo?
El etiope le contestó:
—¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?
Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él.
Aún más claro:Oseas 4:6 escribió:Mi pueblo no tiene conocimiento,
por eso ha sido destruido.
Y a ti, sacerdote, que rechazaste el conocimiento,
yo te rechazo de mi sacerdocio.
Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios,
yo me olvidaré de tus descendientes.
Proverbios 9:10 escribió:La sabiduría comienza por honrar al Señor;
conocer al Santísimo es tener inteligencia.
Si bien es dramático que los adultos no asistan a la Escuela Dominical, me parece todavía más impactante que priven a los niños de esa oportunidad de estar en contacto con la mejor enseñanza para poder vivir esta vida con éxito.
Cuando veo esas familias que no se ocupan de esforzarse en llegar temprano a las clases, o que son inconstantes en la asistencia a la Escuela Dominical, me pregunto ¿se estarán preparando esos padres para todas las situaciones que seguramente se les presentarán con sus hijos en el futuro, conforme van creciendo? ¿Se detendrán a pensar que ocuparán buenas estrategias para manejar con éxito las dificultades que de seguro los están esperando en cada esquina de la vida?
Espero en Cristo que a partir de hoy reflexionemos y analicemos nuestra actitud a la Escuela Dominical, y nos decidamos en Cristo corregir y modificar lo que sea necesario para comenzar a adquirir el Conocimiento del Altísimo que necesitamos para lograr ser recibidos en el Cielo como
Mateo 25:21 escribió:El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.”
