El escritor de mayor influencia en mi infancia, adolescencia y juventud
Rius era irreverente, soez y ateo; así era como él se describía, entre otras cualidades. Y lo era. A pesar de eso, a mi madre no le parecía inadecuado que esa literatura estuviera al alcance de niños de entre 7 y 12 años; puedo decir que he leído prácticamente toda la obra de Rius, y mi vida fue influenciada por su ateísmo.
¿Cómo me enteré de su muerte? No sabía; pero hoy que es shabat, estoy escuchando un estudio en audio que un hermano hace cada inicio de shabat, y a la mañana siguiente temprano; ahorita ya terminó la transmisión en vivo, pero estaba yo escuchando la grabación cuando escuché que comentó esto (parafraseado):
Es verdad. Por lo mismo yo también era atea, y mi mamá también lo era; recuerdo las pláticas que tenía ella con nosotros, o con sus amigos y exalumnos, refiriéndose siempre a la hipocresía de la gente de las iglesias, tanto la católica como la protestante.Antonio Miranda escribió:No es tan importante cómo mencionemos el Nombre del Eterno, nuestro Elohim. Hay muchos grupos mesiánicos discutiendo sobre la forma en que lo debemos de pronunciar, poniéndole vocales al tetragramatón. Pero lo importante es lo que nos dice el mandamiento: No tomarás el Nombre de tu Elohim en vano. Y a causa de nosotros, Su Nombre es blasfemado entre los gentiles. Ya ven este hombre, Rius, que acaba demorir... era ateo porque veía tanta porquería en las religiones, tanta hipocresía y tanto pecado...
Una vez que el Señor me rescató, durante veinte años estuve en la iglesia cristiana tradicional, siempre recordando que por mi conducta yo puedo representar bien al Eterno, o lo puedo representar mal; es mi decisión.
Ahora que he descubierto la correcta hermenéutica de las Escrituras, me estoy esforzando por seguir al Mesías correcto, Aquél que vino para guiarnos de regreso al Eterno y sus mandamientos. No ha sido fácil; he recibido insultos, ofensas y difamaciones. Pero eso sólo debe animarme más a someterme a la obra de perfeccionamiento que mi Padre está realizando en mí, para santificarme, purificarme, lavarme, limpiarme y dejarme bien bañada y perfumada para cuando Él regrese por mí, que yo esté lista.
Le agradezco al Todopoderoso por las personas que ha puesto en mi camino, y que me han ayudado (a veces sin ellos saberlo) a discernir espiritualmente todo lo que he estado descubriendo; y sigo aprendiendo.
¿Qué habrá pasado con Rius? Pobrecito... En su momento, estará frente al Gran Juez dando cuentas, y vaya que estarán mochas sus cuentas, si es que no se reconcilió con el Creador antes de partir; porque entre las cuentas que le pedirán estaré yo, una pequeña niña que leía y bebía cada una de sus palabras y de sus dibujos, con lo cual se conformó mi pensamiento para vivir como mejor me pareciera durante mis primeros 33 años de vida.
Oh, no digo que él fue el único responsable. No, no no... Mi madre también lo fue, y yo misma, cuando tuve ya la capacidad de tomar decisiones. Pero ¿sabes qué? A cada uno le pedirá cuentas; pero yo me he arrepentido de aquella época, y la Sangre del Mesías me ha lavado y me ha librado de la condenación por esos pecados. Mi mamá se arrepintió también, así que ella también se libró de la ira venidera.
Pero ¿qué habrá pasado con Rius?