Los Diez Mandamientos para una Vejez Feliz

1. Cuidarás tu presentación todos los días. Vístete bien, arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida!.
   

   1 Samuel 16:7 escribió:Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

   La apariencia física no es importante para Dios, sino lo que está dentro de nuestros corazones.
   

   1 Timoteo 2:9 escribió:Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

   No es que no importe nuestra apariencia, sino que no debemos depender de ella para sentirnos bien; más bien debemos arreglarnos para agradar a Dios, no a los demás.
   
2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación. Nada de jugar al enclaustrado/a o al preso voluntario/a. Saldrás a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.
   

   Jesús en Mateo 28:19 escribió:Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

   No debemos quedarnos enclaustrados, pero no para ser felices nosotros, sino para obedecer a Dios en primer lugar.
   
3. Amarás al ejercicio físico como a ti mismo/a. Un rato de gimnasio, una caminata razonable dentro o fuera de casa. Contra inercia, diligencia.
   

   1 Timoteo 4:8 escribió:porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

   En primer lugar, el Señor nos insta a no hacer del ejercicio físico nuestra meta, sino el medio para cuidar nuestro cuerpo.
   

   1 Corintios 6:19 escribió:¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

   En segundo lugar, pero no menos importante, es esta frase: "Amarás al ejercicio físico como a ti mismo". Es una blasfemia, pues es una parodia del segundo gran mandamiento:
   

   Marcos 12:31 escribió:Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

4. Evitarás actividades y gestos de viejo/a derrumbado/a. La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies arrastrándose. ¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas.
   
5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques. Con ello, acabarás por creerte más viejo/a y más enfermo/a de lo que en realidad estás. Y te harán el vacío. Nadie quiere estar oyendo historias de hospital. Deja de auto llamarte viejo/a y considerarte enfermo/a.
   Definitivamente es cierto que no debemos sentirnos mal por envejecer, ya que es parte del proceso de la vida (y por cierto, no todos tienen el privilegio de llegar a esta etapa). También es verdad que no nos conviene inventarnos achaques con el propósito de despertar lástima. Además
   

   Levítico 19:32 escribió:Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

   No hay razón para sentirnos viejos derrumbados ni andar con la cabeza gacha, ¡mientras que en nuestro corazón esté el temor a Jehová!
   
6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara. Sé positivo, ten buen humor en las palabras, sé alegre de rostro, amable en los ademanes. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo.
   Todos éstos son buenos consejos; pero no sirven de nada si los esfuerzos por lograrlos no involucran a Jesucristo. Todos los Proverbios están llenos de estos consejos, proviniendo del Dedo de Dios, y de esta forma dan vida. Por favor, no olvidar el copy right, porque
   

   Jesús en Marcos 10:32-33 escribió:A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

   El ser positivo es un esfuerzo de la carne, y por lo tanto es un esfuerzo estéril; no trae vida eterna. El ser positivo en obediencia al Señor, por confiar en Él y Su Palabra, esto es vida eterna.
   
7. Serás útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida. Bástate hasta donde sea posible y ayuda. Ayuda con una sonrisa, con un consejo, un servicio.
   Está muy bien la sugerencia. Pero
   

   Jesús en Mateo 5:16 escribió:Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

   Cualquier buena obra que se haga, que sea para el Nombre del Señor sea levantado en alto. Porque si no
   

   Isaías 64:6 escribió:Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

   Así no sirve de nada.
   
8. Trabajarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual, artística… Medicinas para todos los males, la bendición del trabajo.
   Igualmente, esta recomendación es muy válida, ya que
   

   Pablo en 2 Tesalonicenses 3:10 escribió:Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

   Pero volvemos a lo mismo. Trabajar por trabajar, sólo por mantenernos ocupados, es olvidarnos de que siempre el importante es Dios y sus Propósitos.
   

   2 Timoteo 3:17 escribió:a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

   ¿Y cuáles buenas obras? Pues
   

   Pablo en Efesios 2:10 escribió:Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

   Sí, nuestro trabajo y nuestras buenas obras, han sido preparadas por el Señor de antemano.
   
9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas. Desde luego que las que anudan dentro del hogar, integrándose a todos los miembros de la familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades, niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Luego ensancharás el corazón a los amigos, con tal que los amigos no sean exclusivamente viejos como tú. Huye del bazar antigüedades.
   Como todos los consejos humanísticos, éste también tiene partes ciertas y partes mentiras. Sí es bueno mantener buenas relaciones humanas, por obediencia al Señor:
   

   Romanos 12:10 escribió:Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

   Pero ¿huir de la compañía de los de nuestra misma edad, cuando ya somos ancianos? Mmmh, creo que no...
   

   Hebreos 10:25 escribió:no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

   Y en las congregaciones hay gente de todas las edades. Y como ya dijimos, es honroso llegar a ser viejos.
   
10. No pensarás que todo tiempo pasado fue mejor. Deja de estar condenando a tu mundo y maldiciendo tu momento. Alégrate de que ser parte del mismo y poder ver muchas cosas lindas y nuevas.
    No es bueno recordar el pasado con amargura, ni lamentar el presente, eso es cierto. Pero, desde la perspectiva de Dios, todas las experiencias del pasado nos sirven de aprendizaje a nosotros y a nuestros hijos.
    

    Deuteronomio 4:9 escribió:Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

¡No te olvides de reír a menudo para mantener la salud!

¿Reír sólo por reír? No lo creo.

Eclesiastés 7:6 escribió:Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad.

Esto es cuando la risa proviene sólo de nuestra alma, de nuestra carne, así es como nos escucha Dios cuando no estamos glorificándole con nuestra vida.

Y termino con esto:

Eclesiastés 12:13 escribió:El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Sólo la comunión con Dios por medio de su Espíritu Santo puede dar alegría genuina, duradera y eterna a nuestros corazones.

---

Tal vez después el Espíritu Santo me guíe a hacer un decálogo para una Vejez Feliz