¿Existe el "buen tercio"?

El "mal tercio" puede llegar a ser motivo de rompimiento de una relación de pareja. Se han hecho chistes al respecto, y hasta hay un dicho muy popular:

Dos son compañía, tres son multitud.

En apariencia, este dicho concuerda con lo que

Génesis 2:24 escribió:Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Aquí habla de hombre y mujer, dos personas, no de tres... Y que los dos se unirán y serán uno solo. No hay lugar para una tercera persona.

Eclesiastés 4:9-12a escribió: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?  Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán;

Hasta aquí, la Biblia va de acuerdo con el dicho  y la práctica popular de que no es bueno hacer "mal tercio".

Sin embargo, en la práctica nos damos cuenta de que generalmente pasan dos cosas:

• El hombre y la mujer NO se unen para hacer una sola carne.
  
• La pareja a veces sí tiene de "mal tercio", incluso a sus propios hijos (sustituyendo el afecto que debería recibirse de la pareja).
  

Cierto que hay sus muy honrosas excepciones, y yo tengo el honor de conocer a dos o tres de ellas.

Sin embargo, ¿por qué no es la regla? ¿Por qué hay tantos fracasos en las relaciones de pareja? ¿Por qué tantos divorcios, tantas separaciones, tantas rupturas matrimoniales? Hay muchos factores, pero entre ellos indudablemente que está la presencia de un "mal tercio".

Veamos rápidamente cuáles son las consecuencias negativas de la presencia de un "mal tercio" en una relación de pareja:

• Evita la intimidad de la pareja.
  
• Acapara la atención de alguien de la pareja.
  
• Si no nos agrada alguno de los dos, tendemos a manifestarlo, para incomodidad de la otra persona.
  

¿Cómo prevenir en la relación de pareja la presencia de un "mal tercio", o de cualquier otro factor que pueda arruinar esa relación?

Creo que comenzaremos por continuar con la segunda parte del versículo 12 del capítulo 4 de Eclesiastés:

Eclesiastés 4:12b escribió:y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

Es curioso que Salomón haya hablado primero de dos personas como el ideal de relaciones personales; y enseguida agregue el concepto no de dos, sino de tres personas. ¿Cómo es posible esto?

La respuesta me la envió el Señor recordando la oración que siempre hago al respecto de las vidas de mis hijos:

Jesucristo, declaro que tú estás enmedio de las relaciones matrimoniales de mis hijos, enmedio de mis hijos y sus cónyuges.

¡Él es ese tercer doblez del que habló Salomón en Eclesiastés!
¿Y por qué?

• Él complementa.
  
• Él intercede, interpreta y mejora la comunicación en la pareja.
  
• Él lima las asperezas.
  
• Él sana todas las heridas.
  
• Él fortalece el espíritu para que la persona sea perdonadora.
  
• Él guía y aporta las mejores soluciones por medio de su Espíritu Santo.
  
• Él ayuda a tomar las mejores decisiones.
  
• Él protege a la pareja de las asechanzas del enemigo.
  
• Él hace que sea una realidad aquella frase de "...y fueron felices para siempre".
  

¿Consejo? Si quieres que tu matrimonio sea realmente "hasta que la muerte los separe", haz que Jesucristo siempre sea el "buen tercio" en tu relación de pareja.