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Hace más de veinte años que le entregué mi vida a Cristo, y antes de eso, y desde una edad muy temprana, yo era una asidua lectora de casi todo tipo de literatura, sobre todo la de superación personal. Necesitaba tanto una guía para poder vivir la vida, pues me sentía tan confusa y desconcertada...
Después de que me convertí a Cristo, la Biblia se agregó a los libros que me agradaban leer... Con el correr de los años, de forma muy paulatina, me fui percatando que todas las respuestas que encontraba en los libros de superación personal, las encontraba también en la Biblia, pero con un enfoque muchísimo más completo, y con miles de promesas del mismo Dios.
Poco a poco, de forma casi inadvertida para mí, fui dejando de lado los demás libros, y me fui dedicando a leer únicamente la Biblia y otros libros cristianos... Cuando fui consciente de eso, me di cuenta de que en realidad en la Biblia encontraba no sólo lo que yo necesitaba para poder vivir la vida con éxito, sino que también encontraba solaz, entretenimiento, esparcimiento, relajación, consejo, riqueza de conocimiento, etc... Lo mismo me ocurrió con la música. Ya no me atrae invertir tiempo en escuchar cualquier otra música que no sea para alabar y exaltar al Señor.
Debo aclarar que no estoy en contra de la lectura de libros de superación personal; el que desee hacerlo, y le es de bendición, ¡gloria a Dios! Y lo mismo respecto a la música. Cada quién establece su relación con el Señor, y cada uno daremos cuentas individualmente. Mi reflexión está enfocada a mi propia experiencia personal.
¿Soy fanática? Mmmh... No me considero fanática, porque en realidad el Señor me ordena respetar a los demás en sus propias creencias; y Él me ayuda a ser obediente. Tampoco estoy diciendo que ya no hago lecturas no cristianas, o que las rechazo como si fueran el diablo
Creo que este canto ilustrará más a lo que me refiero cuando digo que soy Cristocéntrica.
En los últimos años he descubierto que, aunque algunas religiones o sectas dicen tener a Jesucristo como parte de su creencia, al referirse a la Deidad, sólo mencionan a "Dios", no a Jesucristo: Si Dios quiere, con todo el favor de Dios, Dios mediante, primeramente Dios, que Dios te ayude, gracias a Dios, etc... Incluso algunos hasta lo escriben con minúscula... De hecho, a veces se percibe cierto desconcierto en ellos cuando te escuchan decir "Que el Señor Jesucristo..." esto o aquello; no están familiarizados con Su nombre, evidentemente no tienen una relación personal con Él.
Y como dice el canto: "Sin tu perdón, la #salvación lejos está..." O sea, podremos pasar un buen rato leyendo un libro, obteniendo mensajes positivos, conocimientos nuevos, escuchar música para relajarnos, para meditar, etc... Pero ¿sin el amor, el poder, la paz y el perdón de Jesucristo, de qué sirve todo eso? Todo es vacío, todo es vano... No quiero eso para mi vida, ¿para qué conformarme con algo muy bueno, si puedo tener LO MEJOR???
¡Saludos y bendiciones!
