Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Estoy tan impactada con tal cantidad de información, que posiblemente requiera varios meses antes de poder postear todo lo que he ido descubriendo.
Es un tema de trascendental importancia, así que consideré necesario publicar los temas en su propio apartado, para su más fácil navegación; serán temas que todos deberíamos revisar, por nosotros y por nuestros hijos, pues el versículo con que comienza el tema da la clave: todos podemos ser víctimas de una secta, si estamos viviendo en la ignorancia de la Ley del Eterno. A todos nos podrán manipular, todos podemos ser engañados cuando satanás se presente como ángel de luz ante nosotros. ¿y por qué lo digo? Porque hay un perfil definido para el líder de una secta; pero no hay un perfil exacto de la víctima de una secta. No importa su origen, su nacionalidad, su cultura, preparación intelectual, inteligencia, estatus social o económico, ni siquiera si está pasando por una crisis emocional o no. El único común denominar que existe entre todas las víctimas de una secta es:
Así es... a lo largo de estas semanas, en los diversos videos que he estado consultando, por lo general, cuando mencionan las características de la víctima de una secta (que, como digo, varían muchísimo de un experto a otro), en repetidas ocasiones mencionan LA FALTA DE REGLAS.