¿Cómo enfrentamos las dificultades? ¿Como problemas, o como oportunidades de aprender?
Desde hace varios meses que hemos estado experimentando serios problemas económicos; estos hijos míos (mi tercer hijo y su esposa) y yo lo comentamos hace como una semana.
Puedo dar testimonio de que son trabajadores, emprendedores, con iniciativa, nada flojos ni comodinos. Cada proyecto suyo empieza muy bien, pero a los pocos días, sin motivo aparente, decae y lo tienen que dejar. Por consiguiente a mí también me afecta, igualmente que cuando yo experimento estrechez, nos ayudamos y apoyamos mutuamente.
Hasta hace unos meses, este hijo mío se desesperaba, se angustiaba, se estresaba, y tomaba a veces decisiones arrebatadas a causa de la preocupación de no poder ser capaz de ser un buen proveedor para su familia.
Hace una semana, cuando comentábamos este extraño fenómeno, mi corazón se llenó de gozo, de un agradecimiento indescriptible, al escucharlo decir: "Ya lo hemos platicado ella y yo (refiriéndose a su esposa), y nos asombramos mucho cómo es que Dios nos está permitiendo confiar en Él; cómo es que antes hubiera yo estado todo estresado y angustiado, y ahora hasta me gozo pensando ¿qué me estará enseñando el Señor? ¿Por dónde es que nos irá a llegar la bendición detrás de esta prueba? ¿A dónde nos quiere dirigir? Es como estar a la expectativa de un regalo prometido".
¿Qué puede haber mejor que ver que uno de tus hijos experimenta tal fe en nuestro Padre Celestial?
Y entonces se me vino a la mente esta pregunta.
¿Cómo enfrentamos las dificultades o las tragedias? ¿Como problemas, como malas noticias... o como oportunidades para crear nuestro testimonio